jueves, 10 de noviembre de 2011

Alejandro


Demóstenes se burlaba:
- Este jovencito quiere que levantemos altares. Y bueno. Vamos a hacerle el gusto.
El jovencito era Alejandro Magno. Se decía pariente de Heracles y de Aquiles. Se hacía llamar el DIOS INVENCIBLE. Había sido herido ocho veces y seguía conquistando mundo.
había empezado corónandose rey de Macedonia después de matar a toda su parentela y, queriendo coronarse rey de todo lo demás, vivó en guerra continua los pocos años de su vida.
Su caballo negro rompía el viento.Él era siempre el primero en atacar, espada en mano, penacho de blancas plumas, como si cada batalla fuera un asunto personal:
- Yo no robo la victoria- decía.
Y muy bien recordaba la gran lección de Aristóteles, su maestro:
- La humanidad se divide entre los que nacen para mandar y los que nacen para obedecer.
Con mano dura apagaba las rebeliones, crucificaba o lapidaba a los desobedientes, pero era un raro conquistador que respetaba las costumbres de sus conquistados y hasta se daba el lujo de aprenderlas.Nacido para ser mandamás, el rey de reyes, invadió tierras y mares desde los Balcanes hasta India, pasando por Persia y Egipto y todo lo que encontró, y en todas partes sembró matrimonios.Su astuta idea de casar a los soldados griegos con mujeres del lugar fue una desagradable novedad para Atenas, donde cayó muy mal, pero consolidó el prestigio y e lpoder de Alejandro en su nuevo mapa del mundo.
Efestion lo acompañó siempre en el andar y el guerrear.Fue su brazo derecho en los campos de batalla y su amante en las noche de celebración.Junto con él y sus miles de jinetes imparables, largas lanzas, flechas de fuego, fundó siete ciudades, las siete Alejandrías, y parecía que eso no iba a terminar nunca.
Cuando Efestion murió, Alejandro bebió a solas el vino que habían compartido y al amanecer, borracho, mandó alzar una inmenza hoguera que quemara el cielo y prohibió la música en todo el imperio.
Y poco después también,él murió, a los treinta y tres años de su edad, sin haber conquistado todos los reinos que en el mundo eran.
E.G

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